Acerca de “Aparente felicidad” del poemario Cartas que son poemas.
Una tarde inesperada nos invitó a un evento previsible: caminamos hasta la puerta de un teatro por las calles húmedas de La Candelaria, en Bogotá, para presenciar la impecable presentación de “El Quijote”, por un teatrero de aquellos que envejecen el alma al instante cuando las luces se apagan y todos callan. Al salir, sentí transformada la opresión de aquello que limitaba la inspiración humana para reconocer la belleza. Ya de noche, caminamos sobre adoquines de antaño, escuchando aún el sonido de las tablas bajo los píes con parsimonia andariega, para descansar el ánimo en el escenario bohemio del Chorro de Quevedo, adornado con las voces de aquellos que recitan sabiduría melancólica, el sonido de los cristales que embriagan de intelecto lo mundano y las risas silenciosas de los que contemplan el techo celestial extático, mientras escuchan las verdades ocultas en chascarrillos de malicia indígena.
La dicha por la que fui arrastrado, me llevó a tomar la pluma para escribir el corazón del poema “Aparente felicidad”, embelesado por la mente tras la belleza, la grandeza tras la humildad, el intelecto tras la vibración de las palabras, la luz que emana por la ventana del alma, los besos que dan los labios maltrechos, el amor que arrasa los vestigios ególatras de quien se ofrece para darle forma a los sentimientos.
“Mujer, ojos de luna,
perfume de alhelí
Que trajiste con tu luz
senderos en la oscuridad
Que fuiste el vientre del mundo
y las alas de mi libertad
Inspiró tu belleza nuestro encuentro
en conspiración divina
para mi aparente felicidad.”
Lee “Aparente felicidad” del poemario Cartas que son poemas, de Abd Al-Ahad.
Cartas que son poemas. Disponible en Apple Store: http://books.apple.com/us/book/id1574564429
Cartas que son poemas. Disponible en medio impreso: https://www.autoreseditores.com/libro/18981/abd-al-ahad/cartas-que-son-poemas.html